miércoles, 10 de agosto de 2011

Boletín del mundo mágico





Roberto Piva (Brasil, 1937-2010), hijo incestuoso de todos los malditos, de la generación beat, de los chamanes, del caos de la ciudad de Sao Paulo. “Un ángel de la Soledad posa indeciso en mis hombros”. Tuve la oportunidad de conocerle. Ebrio, paranoico, comestible. Seguía fielmente el consejo del maestro Baudelaire: “Embrigaos de vino, virtud o poesía, pero embriagaos”. Su primer libro Paranoia era ya todo un vaticinio de que su camino no tenía vuelta:





Boletín del mundo mágico
in: Paranoia, 1963

Mis pies sueñan suspensos en el Abismo
mis cicatrices se desgarran en la panza cristalina
yo no tengo sino dos ojos vidriados y soy un huérfano
había un flujo de flores enfermas en los suburbios
yo quería plantar un taco de snooker en una estrella fija
en la puerta del bar yo estoy confuso como siempre pero las galerías de
                mi cráneo ya no odian el taconeo de mis huesos
colegios y coches fúnebres están desiertos
por las aceras crecen largos delirios
puñados de esqueletos son tirados a la basura
yo pienso en los escorpiones de oro y estoy contento
los luminosos cantan en los tejados
yo puedo abrir los ojos para la luna aprovechar el miedo de las nubes
pero el cielo morado es una visión suprema
mi faz se empalidece con el alcohol
yo soy una soledad desnuda atada a una farola
cables telefónicos se cruzan en mi esófago
en los pavimentos aislados mis amigos construyen un maniquí fugitivo
mis ojos ciegan mi mente se raja en el encontronazo con una llanta
                mi alma descoyuntada pasa rodando

(La traducción es mía)

Condesa Lara

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